Potenciar y elevar: El Arte De La Delegación Eficaz Para Líderes

Como líder, lo más probable es que a menudo tengas la sensación de que no eres suficiente.
Llevas sombreros para cada función, todo el mundo espera que sepas qué hacer a continuación y las expectativas son cada vez mayores. Tu lista de tareas pendientes es kilométrica, se multiplica cada vez que tachas algo y te sientes agotado.
Oh, sí, puedes sentir cómo se acerca el agotamiento, si es que no te ha sacudido ya el barco.
Pero la buena noticia es que no tiene por qué ser un superhéroe. No tienes que cargar sobre tus hombros todo el peso del éxito de tu equipo.
Necesita delegado.
Aunque es tentador hacerlo todo y ser el líder que lo tiene todo controlado, tanto para su equipo como para los superiores, no tiene por qué ser así.
Sé lo que puede estar pensando: "¡Pero delegar significa perder el control!" o "¿Y si no lo hacen bien?".
La cuestión es que delegar no consiste sólo en descargar tareas. Se trata de empoderar a tu equipo, fomentar el crecimiento y, lo creas o no, hacerte la vida mucho más fácil.
Eso es mucho potencial sin explotar que tú tienes el poder de desbloquear.
Los líderes son conocidos por su complejo de héroe, que suele variar en gravedad más que en existencia. Queremos participar en todo, conocer todos los detalles y tomar personalmente todas las decisiones.
Al igual que observas el agotamiento en otros que hacen lo mismo, no eres inmune a los peligros de este enfoque de liderazgo insostenible. Y la verdad es que tampoco le estás haciendo ningún favor a tu equipo.
¿Cuál es la alternativa?
Un equipo que depende de ti para todo mientras tú quemarse?
Ese no es el enfoque de un líder valioso. Lo valioso es hacer que la máquina funcione de forma sostenible.
Y no piense ni por un segundo que la delegación consiste en aliviar su carga de trabajo (¡aunque sin duda lo hace!). Es un movimiento estratégico que puede transformar tu liderazgo y el rendimiento de tu equipo.
Entrenador Airi Kato describe la delegación como "una asociación en la que la confianza se une a la oportunidad".
Se trata de darte a ti mismo y a cada miembro de tu equipo la oportunidad de prosperar haciendo lo que mejor saben hacer.
He aquí cómo:
Máxima productividad: Imagínese esto: ha liberado su calendario de las tareas cotidianas. Ahora tiene tiempo para centrarse en el panorama general, en las iniciativas estratégicas. usted puede afrontar. Es como pasar de una bicicleta a un coche deportivo: llegarás antes a tu destino y te divertirás mucho más por el camino.
Haz crecer el equipo de tus sueños: Delegar no es sólo asignar tareas; es dar a los miembros de tu equipo oportunidades para brillar. Cuando delegas, estás diciendo: "Confío en ti. Creo en ti. Tú puedes". ¿Y adivina qué? Estarán a la altura de las circunstancias, desarrollarán nuevas habilidades, ganarán confianza y se convertirán en activos aún más valiosos para su equipo.
Campistas felices = Alto rendimiento: Reconozcámoslo: a nadie le gusta que le microgestionen. Cuando da a los miembros de su equipo autonomía y responsabilidad, se sienten valorados y confían en usted. Esto aumenta la moral, el compromiso y, en última instancia, el rendimiento. Piense en ello como la creación de un lugar de trabajo donde la gente realmente desea un lugar donde puedan tener un impacto real.
Prepare su liderazgo para el futuro: Delegar no es sólo hoy, es mañana. Al dar a los miembros de su equipo oportunidades de liderazgo, los está preparando para futuras funciones. Esto no solo garantiza un plan de sucesión fluido, sino que también crea un canal de liderazgo lleno de personas con talento que han sido tuteladas por los mejores: ¡tú!
Está muy bien saber por qué es tan bueno delegar, pero para abordar el problema, vale la pena ver cómo y por qué empieza todo en primer lugar. Tienes que entender por qué te cuesta tanto delegar.
Es bastante comprensible.
Estamos hablando de ceder las riendas, de confiar en otra persona para que maneje algo importante para ti. Es como dejarle el coche prestado a tu hijo adolescente por primera vez: te pone de los nervios, ¿verdad?
He aquí algunos de los obstáculos más comunes a los que se enfrentan los líderes a la hora de delegar:
El enigma de los fanáticos del control: Todos conocemos a ese líder que insiste en hacerlo todo él mismo porque "nadie puede hacerlo tan bien como yo". ¿Le suena? Es un caso clásico del enigma del fanático del control. Entrenadora Airi entrena a los líderes sobre el miedo a soltar lastre y a empujarles fuera de su zona de confort. Pero la cuestión es la siguiente: aferrarse a cada tarea no sólo es agotador, sino que también frena el crecimiento de su equipo. Recuerde que su equipo es capaz, sólo necesita la oportunidad de demostrarlo.
El caos de la microgestión: Bien, levante la mano quien haya sido culpable alguna vez de estar pendiente de alguien y ofrecerle sugerencias "útiles" cada cinco minutos. Sí, todos lo hemos hecho. Pero la microgestión es una forma segura de acabar con la motivación y la creatividad. Envía el mensaje de que no confías en tu equipo, lo que es una receta para el resentimiento y la falta de compromiso. Entrenadora Airi nos recuerda la importancia de no sobrepasar los límites que nos fijamos a nosotros mismos y a los demás miembros del equipo.
La Tarea Tango: A veces nos cuesta decidir qué delegar y qué mantener en nuestras manos. ¿Deberías delegar ese informe o hacerlo tú mismo? Es una danza delicada, pero he aquí una sencilla regla de oro: delega tareas que aprovechen los puntos fuertes de tu equipo y te liberen para centrarte en tus propias habilidades.
La ruptura de la comunicación: ¿Alguna vez has delegado una tarea y te la han devuelto completamente estropeada porque tus instrucciones no eran claras? Ay. La falta de comunicación es un escollo habitual de la delegación, pero es fácil de evitar. Tómate tu tiempo para definir claramente las expectativas, los plazos y los resultados deseados. Y no te olvides de comprobarlo periódicamente para ofrecer apoyo y responder a las preguntas.
No se preocupe si ha tropezado con alguno de estos obstáculos en el pasado. La buena noticia es que, con las estrategias adecuadas, puedes superar estos retos y convertirte en un profesional de la delegación.
Vamos a ponernos técnicos con algunos consejos prácticos que le ayudarán a delegar como un profesional, literalmente a primera hora de la mañana si lo desea. Aquí tienes cinco consejos de eficacia probada que transformarán tu forma de dirigir:
Piense en sí mismo como un agente de talentos para su equipo. Cada miembro tiene unos puntos fuertes, unas pasiones y unas habilidades únicas. Tu trabajo consiste en asignar las tareas adecuadas a las personas adecuadas.
¿Ese diseñador gráfico que está deseando flexionar sus músculos de escritor?
Deja que se encarguen de redactar la entrada del blog.
¿El analista al que le gustan los problemas complejos?
Dales ese proyecto de profundización de datos.
Si aprovecha los puntos fuertes de su equipo, obtendrá mejores resultados y aumentará su entusiasmo.
Consejo: Existe una regla de gestión conocida como "Regla 70%". Esencialmente, esto significa que si alguien puede realizar una tarea al menos 70% tan eficazmente como tú, ¡entonces deberías delegar en él!
No olvides que cuanto más trabajen los empleados en una tarea, mejor se les dará.
¿Recuerdas aquella vez que pediste un "informe sencillo" y acabaste con un documento de 50 páginas lleno de datos irrelevantes? Sí, no fue divertido.
A la hora de delegar, la claridad es fundamental.
Especifica lo que quieres, cuándo lo quieres y cómo medirás el éxito. Piense en objetivos SMART: Específicos, Mensurables, Alcanzables, Relevantes y Limitados en el tiempo. Esto preparará a su equipo para el éxito y evitará esos momentos de "lost in translation".
Imagínate que te lanzas a un nuevo proyecto sin ningún tipo de orientación ni recursos. ¡Qué asco! Cuando delegue, asegúrese de que su equipo tiene todo lo que necesita para tener éxito. Esto puede incluir formación, acceso a la información o incluso simplemente escuchar.
Recuerde que no sólo está encomendando una tarea, sino que está invirtiendo en el crecimiento de su equipo.
Esto no significa microgestionar (ya hemos hablado de ello, ¿recuerdas?). Confía en tu equipo para que haga lo que tiene que hacer, pero asegúrate de contar con un sistema de control y feedback.
Las actualizaciones periódicas de los progresos, las reuniones individuales o incluso un simple mensaje de Slack pueden contribuir en gran medida a garantizar que las cosas van por buen camino y que tu equipo se siente respaldado.
Cuando un miembro de su equipo realiza una tarea que le ha sido delegada, no se limite a decir "buen trabajo" y seguir adelante. Tómese el tiempo necesario para celebrar su éxito. Puede ser un reconocimiento público en una reunión, una nota de agradecimiento escrita a mano o incluso una pequeña bonificación o gratificación.
Reconocer sus esfuerzos no sólo levanta la moral, sino que refuerza la idea de que delegar es una experiencia positiva para todos los implicados.
Siguiendo estos consejos, no sólo se convertirá en un delegador más eficaz, sino que también creará un equipo más capacitado, comprometido y de alto rendimiento. Recuerda que delegar no consiste solo en hacer las cosas, sino en liberar todo el potencial de tu equipo (¡y el tuyo propio!).
Delegar no es sólo una cuestión de táctica, sino de adoptar una nueva forma de pensar. Se trata de cambiar la mentalidad del "yo" por la del "nosotros". Se trata de confiar en tu equipo, darles poder para crecer y reconocer que su éxito es tu éxito.
¿Cómo cultivar esta mentalidad de delegación? Aquí tienes algunos consejos para empezar:
Adoptar la mentalidad de crecimiento: Recuerda que nadie es perfecto. Los errores son inevitables, sobre todo cuando se aprenden nuevas habilidades. Anima a tu equipo a ver los errores como oportunidades de crecimiento y modela tú mismo este comportamiento. Entrenadora Airi dice "acepta los errores como parte del proceso". Al fin y al cabo, no eres sólo un líder; eres un entrenador, un mentor y un animador para tu equipo.
Confía, pero verifica (con un giro): Ya hemos hablado de la importancia de la confianza, pero vayamos un paso más allá. En lugar de limitarse a comprobar los resultados, pida a los miembros de su equipo sus opiniones e ideas. Esto demuestra que valoras sus opiniones y que los ves como socios en el proceso.
Dar crédito a quien lo merece: Cuando su equipo tenga éxito, no tenga miedo de cantar sus alabanzas. Reconozca públicamente sus logros, reconozca el mérito de sus ideas y permítales disfrutar del brillo de un trabajo bien hecho. Esto no sólo aumenta su confianza, sino que refuerza la idea de que la delegación es beneficiosa para todos.
Dejar ir la perfección: Un pequeño secreto: nadie espera que seas perfecto. De hecho, intentar ser perfecto todo el tiempo es una receta para el estrés y el agotamiento. Así que permítete soltar un poco las riendas. Confía en tu equipo, acepta el proceso de aprendizaje y celebra las pequeñas victorias del camino.
Por cambiar de mentalidad Si adopta estos principios, creará una cultura de trabajo en la que delegar sea la norma, no la excepción. Su equipo estará más comprometido, capacitado y motivado, y usted podrá centrarse en las cosas que sólo le interesan a usted. usted puede hacer.
Ahí lo tienen. Hemos profundizado en el por qué, el cómo y el por qué no de la delegación. Ha visto cómo puede disparar su productividad, encender el potencial de su equipo y crear un lugar de trabajo en el que todos se sientan valorados y capacitados.
No más heroísmos. No más burnout. Ha llegado el momento de abandonar las viejas costumbres y avanzar hacia un futuro sostenible en el que todos salgamos ganando, incluido usted.
Delegar puede ser difícil. Póngase en contacto con un tutor de TaskHuman para simplificar tu proceso y aprender a delegar como un profesional.