Los pronombres y su importancia

Es una pregunta que surge a menudo, sobre todo entre quienes no conocen los pronombres o no saben por qué los pronombres que te piden que uses para un amigo, familiar o colega no coinciden con tus creencias personales, religión o forma de entender las cosas.
La mayoría de nosotros utilizamos pronombres en nuestro lenguaje cotidiano y tenemos un concepto general de lo que son. Los pronombres son una forma de referirnos a personas, lugares y cosas sin ser tan formales. Son atajos lingüísticos. En lugar de usar el nombre de alguien cada vez que nos referimos a él en la conversación, o de nombrar a cada persona del grupo, solemos utilizar pronombres como "ella, él, él, nosotros o ellos" como atajo para identificar a quién nos referimos. En lugar de Para nombrar el objeto cada vez que surge en la conversación, utilizamos pronombres sujeto como "eso, eso o ellos".
Por ejemplo, si estás conversando en el trabajo y te refieres a tus compañeros de un departamento concreto, digamos Recursos Humanos, en vez de tener que nombrar a todos los de ese departamento o decir "departamento de RRHH" cada vez, puedes utilizar "ellos o ellas" para referirte al grupo. O tal vez estés cenando y hablando del profesor de tu hijo, que se hace llamar Sr. Shannon y utiliza los pronombres él/ella. En lugar de decir "Sr. Shannon" cada vez que te refieras al profesor, dirás "él". O en lugar de decir "el autobús" cada vez que hables con un amigo, utilizarías un pronombre sujeto como "eso" en su lugar.
Antes de responder a esa pregunta, es importante entender que no podemos identificar si alguien es hombre, mujer o ni hombre ni mujer (no binario) basándonos en su aspecto exterior o en su anatomía. Esto se debe a que el género no es lo mismo que la anatomía. La anatomía se refiere a las partes del cuerpo que tenemos, el género se refiere a cómo nos identificamos independientemente de nuestra anatomía. Esto se debe a que la identidad propia es personal y no se basa en la religión, la cultura o la anatomía. Más bien se basa en cómo nos sentimos con nosotros mismos.
Dado que no podemos mirar a alguien y saber automáticamente cuál es su género o cómo se identifica, una buena práctica es utilizar pronombres neutros si no estamos seguros de qué usar, o para alguien que no es binario. Así se evitan los errores de etiquetado y de género y se crea un entorno en el que la gente se siente cómoda y bienvenida. Los pronombres de género neutro más comunes son ellos/ellas/suyos. Otros pronombres de género neutro son ze/ hir/ hirs, ver/vis/ vers y te/ tem/ ter. Los utilizaríamos igual que los pronombres she/ her/ hers, o he/ him/ his. "Se han dejado el libro". "Ze no se encuentra bien hoy y necesita irse a casa". "Les pedí prestados los apuntes".
Simplemente, corrígete. La gente puede ser indulgente y permitirse la gracia cuando ven que lo estás intentando. La práctica hace progresar y cuanto más practiquemos, mejor lo haremos. Independientemente de nuestras creencias personales o de nuestra opinión sobre la identidad de una persona, utilizar los pronombres adecuados es tan importante como utilizar su nombre propio.
Dirigirse adecuadamente a los demás en función de cómo quieren que nos dirijamos a ellos, y no en función de cómo queremos dirigirnos a ellos o de cómo creemos que deberían dirigirse, ayuda a crear un sentimiento de pertenencia, seguridad, comunidad y conexión, y envía el mensaje de que importan.
Conéctese con la entrenadora de TaskHuman, Reita Johnston, para comprender mejor los pronombres y aprender a incorporar el lenguaje inclusivo en su vida personal y profesional.