Fuerzas ocultas al descubierto: Superar los prejuicios inconscientes para la inclusión y el crecimiento

Tendemos a enorgullecernos de ser pensadores lógicos y racionales, pero los prejuicios inconscientes suelen influir en nuestras decisiones y acciones.
¿Cuántas veces reaccionas emocionalmente ante una situación? ¿Alguien dice algo que te toca la fibra sensible y acabas descargando tu frustración con todo el mundo durante el resto del día?
Quizá no te ha gustado cómo te has visto en el espejo esta mañana, y eso ha echado por tierra todas las interacciones que has tenido mientras intentabas enmascarar tu falta de confianza.
Todas estas son formas sutiles pero impactantes de actuar emocionalmente, y estas fuerzas invisibles tienden a tener más efecto en nuestras vidas de lo que creemos.
Estas fuerzas ocultas influyen profunda y significativamente en nuestras percepciones, interacciones y toma de decisiones en el ámbito personal y profesional.
Profundicemos en el concepto de prejuicio inconsciente y sus orígenes y analicemos consejos prácticos para identificar y mitigar estos prejuicios con el fin de cultivar un mundo más inclusivo y justo.
Los prejuicios inconscientes son juicios o suposiciones automáticos, a menudo involuntarios, que hacemos sobre personas o situaciones basándonos en experiencias pasadas, normas culturales y creencias personales.
Es tu respuesta emocional cuando, tal vez, un miembro del sexo opuesto dice algo que no te gusta o un empleado de otra cultura entra en la oficina. Tal vez sea una pareja del mismo sexo besándose o una persona de género fluido saludando.
Todos juzgamos automáticamente este tipo de situaciones. Estamos condicionados a hacerlo, ya sea de forma positiva, negativa o una mezcla de ambas.
Sin embargo, estos prejuicios pueden influir sutilmente en nuestro comportamiento y toma de decisiones. Un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology descubrió que las personas toman decisiones basadas en sesgos inconscientes en apenas milisegundos.
Entre los tipos más comunes de sesgos inconscientes se incluyen:
Los prejuicios inconscientes proceden de nuestro cerebro y evolucionan debido a factores biológicos y ambientales.
Al fin y al cabo, no hay nada que temer, porque es una forma de ser totalmente natural.
Nuestros antepasados se basaban en instintos y juicios rápidos para sobrevivir, clasificando rápidamente a las personas y las situaciones como seguras o peligrosas. Los neurocientíficos han descubierto que la amígdala, una región del cerebro asociada a las emociones y la memoria, desempeña un papel importante en los prejuicios inconscientes.
Sin embargo, nuestros prejuicios no siempre son acertados, y aunque tienen su lugar (puede que tengas un prejuicio que te proteja de caminar por callejones oscuros de noche), a veces pueden causarnos problemas si no los mantenemos a raya y hacemos que trabajen para nosotros, en lugar de ser ellos quienes los controlen.
Nuestra educación y nuestro entorno social conforman nuestros prejuicios inconscientes, exponiéndonos a normas culturales, creencias y estereotipos que influyen en nuestras percepciones.
Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Child Development descubrió que niños de tan sólo dos años pueden mostrar prejuicios raciales influidos por su entorno.
Si ves a uno de tus padres hacer comentarios racistas desde pequeño, es mucho más probable que tú mismo tengas tendencias racistas.
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Para promover la inclusión, la equidad y la justicia, es fundamental reconocer y combatir nuestros prejuicios inconscientes. Algunas medidas prácticas son:
Podemos crear un entorno más inclusivo, equitativo y diverso haciendo frente a los prejuicios inconscientes. Algunas formas de fomentar la inclusión y hacer frente a los prejuicios son:
Los prejuicios inconscientes están arraigados en nuestra mente, moldeados por una mezcla de factores evolutivos y culturales. Aunque no podamos eliminar por completo estas fuerzas ocultas, podemos tomar medidas para reconocerlas, comprenderlas y gestionarlas.
Aumentando nuestra autoconciencia, exponiéndonos a perspectivas diversas y aplicando estrategias para minimizar los prejuicios, podemos crear un mundo más inclusivo, equitativo y diverso para todos.