Image for <trp-post-container data-trp-post-id='8913'>From Tension To Teamwork: Resolving Conflict For A Productive Workplace</trp-post-container>

Por desgracia, los conflictos en el lugar de trabajo son tan habituales como los cafés y los atascos de la impresora, pero a diferencia de esas pequeñas molestias, los conflictos no resueltos pueden tener graves consecuencias para su equipo y su empresa.

¿La buena noticia? Con el enfoque adecuado, puede convertir estos momentos de tensión en oportunidades de crecimiento y colaboración.

Vamos a ello.

 

Introducción a los conflictos laborales

Admitámoslo: allí donde hay personas con otras personas, tarde o temprano se produce algún tipo de conflicto. 

Pero ¿qué entendemos exactamente por lugar de trabajo conflicto?

Es esencialmente cualquier situación en la que chocan las ideas, los objetivos o las personalidades de las personas. No siempre es un enfrentamiento dramático. Puede ser tan sutil como mirarse a los ojos en una reunión o enviar correos electrónicos pasivo-agresivos.

¿Causas comunes? Probablemente las haya visto todas:

  • Fallos de comunicación (¿ha jugado alguna vez al teléfono de la empresa?)
  • Valores u objetivos diferentes (como cuando el departamento de ventas quiere prometer la luna, pero el de producto sabe que apenas podemos entregar un guijarro).
  • Competencia de recursos (dos departamentos, un presupuesto, ¿hace falta decir más?)

Pero la cuestión es que abordar estos conflictos requiere valentía. 

En Entrenadora Vesna Lakovic van Kempen dice sabiamente: "Lo que es importante y a menudo se pasa por alto es que a menudo se necesita coraje".

Esta valentía no consiste sólo en decir lo que pensamos, sino también en proteger nuestros límites, valores y autopercepción. Se trata de estar dispuestos a entablar conversaciones incómodas en aras de unas relaciones más sanas y un lugar de trabajo más productivo.

Así que, la próxima vez que sientas que se está gestando esa tensión familiar, recuerda: no se trata sólo de resolver un desacuerdo. Es una oportunidad para mostrar tu coraje y crecer como líder.

 

El impacto indeseable de los conflictos no resueltos

Entendemos lo que son los conflictos en el lugar de trabajo, pero ¿por qué no dejarlos pasar? Todo el mundo tiene conflictos de vez en cuando, ¿verdad? Forman el carácter.

La tensión no resuelta de la reunión de proyecto de la semana pasada sigue flotando en el aire como el aliento a café del día anterior. Las personas son pasivo-agresivas entre sí, están distraídas y cometen errores.

Ésa es la cuestión. Los sentimientos que acompañan a un conflicto no desaparecen fácilmente. Persisten, se convierten en resentimiento y se agravan.

Un conflicto no resuelto en el lugar de trabajo es como esa planta de interior que te olvidas de regar: puede tener buen aspecto durante un tiempo, pero al final se marchitará y morirá. Las consecuencias pueden ser igual de terribles.

¿Qué ocurre cuando escondemos los desacuerdos en el lugar de trabajo bajo la alfombra? Desglosémoslo:

  1. La productividad cae en picado: ¿Alguna vez has intentado concentrarte en tu trabajo y al mismo tiempo evitar el contacto visual con la mitad de tu equipo? Es tan eficaz como intentar escribir con guantes de cocina. 

  2. La moral por los suelos: Nada mata más rápido el espíritu de equipo que la tensión no controlada. Es como intentar celebrar una fiesta de baile en la que la mitad de la sala no se habla con la otra mitad. Es incómodo y poco divertido.

  3. Los niveles de estrés se disparan: El conflicto constante es como estar atrapado en un juego interminable de política de oficina. Es agotador y puede llevarte al agotamiento más rápido de lo que puedes decir "renuncio".

  4. ¿Innovación y creatividad? Olvídalo: Cuando la gente está ocupada protegiendo su territorio o evitando la confrontación, no está precisamente en condiciones de tener ideas innovadoras.

Pero aquí es donde se pone realmente interesante. Entrenadora Vesna Lakovic van Kempen comparte este consejo: "Es más sano entrar en el conflicto. Así se previene la acumulación de resentimiento y se evita el riesgo de que la relación se acabe."

Cuando evitamos abordar los conflictos, no sólo estamos posponiendo una conversación incómoda, sino que estamos permitiendo que se acumule el resentimiento.

Cuanto más tiempo lo dejes, peor será.

 

Cómo solucionarlo - Acciones para resolver conflictos laborales

Con el problema en la cabeza, es hora de solucionarlo y, afortunadamente, hay una estrategia sencilla que puede ayudar a que esto sea un poco más simple.

Vamos a desglosarlo.

Paso #1 - Fomentar la comunicación abierta

Lo primero es lo primero: tenemos que conseguir que la gente hable. 

Y no nos referimos al tipo de conversación que se produce en torno a la fuente de agua cuando alguien no está en la sala. Hablamos de comunicación real, sincera y cara a cara.

  1. Técnicas de escucha activa: La escucha activa consiste en estar plenamente presente. Inténtalo:
    • Mantén el contacto visual (pero no te quedes mirando como un bicho raro).
    • Asiente con la cabeza y utiliza señales verbales para mostrar que estás interesado.
    • Resuma lo que ha oído para asegurarse de que lo ha entendido.
  2. Crear un espacio seguro para el diálogo

No se trata de construir un fuerte de almohadas en la sala de conferencias (aunque suena divertido). Se trata de crear un entorno en el que las personas se sientan cómodas expresando sus pensamientos sin temor a repercusiones.

  • Establecer normas básicas para una comunicación respetuosa
  • Garantizar la confidencialidad
  • Elija un lugar neutral para los debates.

Paso #2 - Identificar la causa raíz

Ahora que hemos conseguido que la gente hable, es hora de jugar a los detectives y encontrar el verdadero problema. A menudo, lo que la gente discute no es el verdadero problema, sino sólo un síntoma.

  1. Hacer las preguntas adecuadas: Canaliza el niño que llevas dentro y sigue preguntando "¿por qué?" (pero limítalo a 5 veces, a diferencia de los niños de verdad). Algunas buenas preguntas para empezar:
    • "¿Qué aspecto tiene para ti el éxito en esta situación?".
    • "¿Cómo ha afectado este conflicto a su trabajo?"
    • "¿Cuándo notó por primera vez este problema?"
  2. Separar las emociones de los hechos: Las emociones en los conflictos son como las especias en la cocina: un poco añade sabor, demasiado, y es todo lo que se puede saborear. Ayude a las partes a distinguir entre reacciones emocionales y hechos objetivos.
    • Utilizar frases con "yo" para expresar sentimientos.
    • Centrarse en comportamientos específicos en lugar de en juicios de carácter.
    • Tómate descansos si las emociones están a flor de piel.

Paso #3 - Colaborar en las soluciones

Aquí es donde se produce la magia. No buscamos un ganador y un perdedor, sino una solución en la que todos salgan ganando.

  1. Técnicas de lluvia de ideas: Sé creativo Una vez resolví un conflicto sobre la temperatura de la oficina con una sesión de "ideas locas". Acabamos con ventiladores de mesa, mantas personales y un termostato rotativo. Problema resuelto, y nos divertimos haciéndolo.
    • Utilizar mapas mentales
    • Prueba la técnica "Sí, y..." de la improvisación.
    • Anima las ideas descabelladas: siempre puedes refrenarlas más tarde.
  2. Encontrar un terreno común: Busque intereses y objetivos comunes. Puede que ambas partes quieran mejorar la eficacia del equipo, pero tienen ideas distintas sobre cómo conseguirlo.
    • Identificar los beneficios mutuos
    • Centrarse en los valores compartidos.
    • Buscar oportunidades de compromiso

Paso #4 - Aplicación y seguimiento

El trabajo no termina una vez que has encontrado una solución. Ahora hay que ponerla en práctica y asegurarse de que funciona.

  1. Creación de planes de acción: Sé concreto. ¿Quién va a hacer qué y cuándo? Me gusta utilizar el marco de objetivos SMART:
    • Específico
    • Mensurable
    • Realizable
    • Correspondiente
    • Con límite de tiempo
  2. Seguimiento de los progresos y ajustes necesarios: Su solución no es inamovible. Prepárate para retocarla y ajustarla sobre la marcha.
    • Programar controles periódicos
    • Estar abierto a los comentarios
    • Celebre las pequeñas victorias a lo largo del camino

Recuerda que la resolución de conflictos es una habilidad y, como cualquier otra habilidad, mejora con la práctica. No esperes la perfección desde el principio. 

Lo importante es que tomes medidas para abordar los problemas de frente, creando así un lugar de trabajo más armonioso y productivo.

 

Herramientas y técnicas para la resolución de conflictos

Además de los pasos anteriores, es importante que usted, como líder, tenga en mente una caja de herramientas de resolución para cuando las cosas se pongan un poco agitadas. Se trata de estrategias y técnicas que te ayudarán a resolver las cosas con éxito.

  • Mediación: A veces se necesita un tercero neutral que ayude a navegar por aguas turbulentas. Recurrir a un mediador puede ser como contratar a un traductor: de repente, todos hablan el mismo idioma.

  • Talleres de resolución de conflictos: La entrenadora Vesna subraya aquí la importancia de la autoconciencia: "A menudo las personas no son conscientes de cómo se comunican y de que su forma de hablar es agresiva para alguien, o su humor puede ser mal recibido por los demás". Los talleres de resolución de conflictos pueden ser una experiencia transformadora para todos los implicados.

  • Ejercicios de trabajo en equipo: Nada rompe más las barreras que las experiencias compartidas. Ya se trate de un reto de escape room o de un proyecto benéfico, estas actividades pueden ayudar a crear empatía y comprensión. Como dice Vesna: "Construir una actitud sin prejuicios puede ayudarte a construir empatía y compasión".

  • Plataformas digitales para comentarios anónimos: A veces, la gente necesita un espacio seguro para expresar sus preocupaciones. Estas plataformas pueden ser como una válvula de escape para tu equipo.

  • Prácticas de atención plena: He aquí una joya de la entrenadora Vesna: "Practica la atención plena. Practícala en la comunicación con los demás. Date cuenta de cuándo tienes prejuicios hacia los demás, opiniones y actitudes negativas". Incorporar breves ejercicios de atención plena en las reuniones puede cambiar totalmente las reglas del juego.

  • Practicar la inteligencia emocional: Vesna aconseja: "Ponte en contacto con tus emociones. Si guardas rencor o te sientes cada vez más molesto, es evidente que hay algo ahí". 

Recuerda que el objetivo no es eliminar los conflictos por completo (lo siento, pero a menos que dirijas una empresa de maestros zen, eso no ocurrirá). Se trata más bien de crear un entorno en el que los conflictos puedan abordarse de forma abierta, honesta y productiva.

He aquí una última pepita de sabiduría de Entrenador Vesna: "Ten el valor de entrar en conflicto. No lo evites. Sé valiente". 

 

Recuerde que los conflictos en el lugar de trabajo no son señal de que algo vaya mal, sino de que cuenta con un equipo de pensadores diversos que se preocupan por su trabajo. La clave está en cómo lo gestiones.

La próxima vez que sientas que se está gestando esa tensión tan familiar, no corras a esconderte. Canaliza el superhéroe de la resolución de conflictos que llevas dentro (la capa es opcional, pero se recomienda por el efecto dramático). 

Acepte la incomodidad, mantenga esas conversaciones cruciales y vea cómo su equipo se transforma en una máquina bien engrasada de resolver problemas.

Y recuerde, con herramientas como TaskHuman a su alcance, nunca estará solo en este viaje. Reservar una sesión ahora para obtener orientación personalizada de un coach de TaskHuman. 

P.D. Si esta guía le ha resultado útil, ¿por qué no la comparte con un colega? Al fin y al cabo, cuantos más superhéroes de la resolución de conflictos haya, mejor.

 

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