Image for <trp-post-container data-trp-post-id='7968'>Balancing Act: A Guide to Wellness for Caregivers</trp-post-container>

Puede que te pongas en la piel de ese "campeón de los cuidados" para alguien a quien quieres, o tal vez te preguntes cómo puedes demostrar a alguien que no está solo, sufra o no.

Estamos aquí para compartir algunos consejos y trucos sobre cómo ser el mejor "cuidador" posible y, lo que es igual de importante, cómo cuidarse a uno mismo durante este periodo. 

Vamos a prepararte para esta expedición solidaria.

 

Reconocer las señales: El Burnout Check

Cuando te preocupas por otra persona, es fácil quedar atrapado en el proceso e invertir todo tu tiempo en ella. 

Aunque pueden tener necesidades, y es difícil decir que no, no puedes cuidar adecuadamente de los demás si no te estás cuidando a ti mismo.

Cuidado con el agotamiento, un "riesgo laboral" habitual en el ámbito de los "cuidadores". Un poco de fatiga, irritabilidad o sensación de agobio, ¿te suenan? 

Si la respuesta es afirmativa, puede que estés rozando el agotamiento.

Sorprendentemente, los estudios demuestran que entre 40% y 70% de los cuidadores familiares presentan síntomas clínicos de depresión, y 23% afirman que el cuidado de otras personas ha afectado negativamente a su salud física.

Cortarlo de raíz es posible cuando se conocen los síntomas y se les presta la debida atención. Es como una primera línea de defensa. Y créeme, ser consciente de tu bienestar puede hacer que tu viaje como cuidador sea mucho más suave.

 

Elementos clave del bienestar del cuidador: Cuidar su bienestar

Entrenador Jawnie Brudek tiene tres sencillos consejos para cultivar tu bienestar. Pide siempre ayuda. Recuerda comer y dormir bien. Haz algo que te guste y acuérdate siempre de respirar y reír.

Desarrollemos el músculo del bienestar del cuidador con algunas técnicas de eficacia probada. Hablamos de la gestión del estrés, la resiliencia mental y el cuidado de uno mismo. Vamos a profundizar.

Técnicas de control del estrés: Todo sobre la relajación

  • Desconecta con ejercicios de relajación, como la relajación muscular progresiva.

  • Practica la respiración profunda: inspira hondo, espira hondo.

Combustible y forma física: Dieta y actividad

  • Prioriza una dieta equilibrada: ¡un combustible nutritivo y energizante para ti!

  • Muévete, literalmente. Entrenamientos de baja intensidad o simplemente paseos al aire libre.

Amor de rutina: Revisiones médicas periódicas

  • Programe esas revisiones médicas periódicas como un reloj. Adelántate y mantente sano.

Mindfulness importa: Resiliencia mental

  • Comprométete a hacer ejercicios de atención plena, como meditar o llevar un diario.

  • Recuerda que la positividad y el autocuidado no son negociables. Tú eres lo primero.

 

Hacer malabarismos: conciliar el cuidado de otras personas y la vida personal

Navegar por el laberinto de los cuidados y, al mismo tiempo, aferrarse a la vida personal puede ser complicado. Pero hay un secreto: se pueden hacer las dos cosas. y hacer las dos cosas bien. 

Echa un vistazo a estas tácticas de la vida real que te ayudarán a conseguirlo.

El arte de gestionar el tiempo

  • Hazte un horario. Dividir el día de forma eficiente ahorra tiempo y reduce el estrés.

Delegar no es una mala palabra

  • Delegar es un salvavidas. No tienes por qué hacerlo todo tú solo. No tengas miedo de pedir ayuda. 

La ruta del diario

  • Parece de la vieja escuela, pero llevar un diario puede ser terapéutico. No tiene por qué ser complicado. Basta con anotar algunos pensamientos o sentimientos con regularidad. No te reprimas por dentro. 

Tú importas: Priorizar las actividades personales

  • Eres un cuidador, pero también eres usted. Dedica tiempo a tus aficiones, pasiones o simplemente a mimarte.

Busque apoyo: conviértalo en una obligación

  • La ayuda está a sólo una llamada de distancia, y no hay necesidad de evitarla o convencerse de que tiene que manejar todo solo. Ponte en contacto con un coach de TaskHuman para obtener la ayuda que necesitas. 

 

Conclusión: Usted importa, cuidador: recuérdelo siempre

Esta es la cuestión, querido cuidador: Tú importas. Abrazar la idea de la fuerza en la vulnerabilidad es algo realmente asombroso. 

Y no olvidemos que cuando los cuidadores dan prioridad a su bienestar, están más contentos y sanos y pueden atender mejor a las personas que más dependen de ellos.

 

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