


Hay un dicho: "Entras en una empresa, pero dejas a tu jefe". ¿Te sientes identificado? Algo en el estilo del líder no era adecuado para ti. Podría ser que ocupara un puesto directivo pero no tuviera mentalidad de líder.
Conviene distinguir rápidamente un directivo de un líder, ya que están relacionados pero son diferentes. La gestión consiste en controlar un conjunto de recursos (personas, herramientas y procesos) para lograr un objetivo. Los directivos controlan los procesos y las personas que realizan el trabajo. La gestión implica cierta estructura organizativa de jerarquía. En cambio, el liderazgo se refiere a la capacidad de una persona para influir, motivar y permitir que otros contribuyan. Se puede liderar desde cualquier lugar. Lo ideal es que un directivo sea también un líder: no son funciones excluyentes. Dicho de otro modo, los directivos tienen subordinados y crean círculos de poder, mientras que los líderes tienen seguidores y crean círculos de influencia.
¿Cuál es la mentalidad de un líder?
La mentalidad es la lente a través de la cual una persona ve el mundo. Un líder acepta los retos y está dispuesto a resolver los problemas con una actitud positiva. El líder acepta la responsabilidad de resolver el problema o de ocuparse de una cuestión, lo que va seguido de decisión, que se considera una predisposición a la acción. Resolver el problema puede requerir ingenio, pensar de forma creativa y aprovechar todas las perspectivas. Están dispuestos a asumir riesgos y a probar nuevos enfoques, y no temen cuestionar el statu quo.
Un líder es humilde. Saben que no tienen todas las respuestas y están dispuestos a aprender de los demás y de sus errores. Para un líder es importante ser abierto y honesto porque sabe que la transparencia genera confianza, lo que ayuda a influir y motivar a los demás. Influyen en los demás mostrando su propósito y pasión y motivan a los demás mediante un interés y empatía genuinos. Tienen la capacidad de comprender y relacionarse con los demás, y de ver las cosas desde su perspectiva. Esto permite a los líderes establecer relaciones sólidas con los miembros del equipo, comprender sus necesidades y motivaciones y crear un entorno de trabajo positivo y de apoyo.
"El liderazgo no consiste en títulos, cargos o organigramas. Se trata de que una vida influya en otra".
- John Maxwell
Comience su viaje hacia la mentalidad de liderazgo siendo consciente de sí mismo
La autoconciencia es la capacidad de reconocer y comprender las propias emociones, valores, creencias, fortalezas y debilidades. En el contexto del liderazgo, la autoconciencia es crucial porque permite a un líder tener un profundo conocimiento de sí mismo, lo que, a su vez, le ayuda a ser más eficaz a la hora de dirigir a los demás. La autoconciencia permite a los líderes identificar sus puntos fuertes y débiles, lo que les permite capitalizar sus puntos fuertes y trabajar en sus puntos débiles, lo que en última instancia mejora sus habilidades de liderazgo.
Cuando los líderes son conscientes de sí mismos, pueden comunicarse más eficazmente con los miembros de su equipo. Comprenden el impacto de sus palabras y acciones en los demás y gestionan sus emociones. Utilizando la empatía, se ponen en el lugar de los miembros de su equipo y comprenden sus puntos de vista. Esto ayuda a los líderes a establecer relaciones más sólidas con los miembros de su equipo, crear un entorno de trabajo más positivo y tomar mejores decisiones.
Habilidades que apoyan la mentalidad
Una mentalidad de liderazgo activa un conjunto de comportamientos para influir en los demás y ayudarles a seguirle. ¿De qué habilidades dependen esos comportamientos? Son una mezcla de habilidades analíticas y humanas. Por ejemplo, una capacidad de liderazgo consiste en tener una visión global y a largo plazo de la empresa y aplicar las habilidades de un estratega para buscar señales de cambio en lugar de hacer suposiciones o esperar. Para que el trabajo se haga a través de otros, hay que saber adaptar las personas al trabajo y delegar mediante expectativas claras y el establecimiento de objetivos.
El liderazgo puede ser una función difícil y estresante, y los líderes con mentalidad de liderazgo deben ser capaces de recuperarse de los contratiempos y perseverar en los momentos difíciles. Tienen un fuerte sentido de la confianza en sí mismos y son capaces de mantenerse centrados en sus objetivos incluso ante la adversidad. Contar con el apoyo y la orientación de un entrenador es una opción, si reconoces que tienes margen de crecimiento. La tutoría también es una opción.
¿Y si soy nuevo en el liderazgo?
Enhorabuena por haber dado un paso importante en su carrera profesional. Si vas a pasar de un puesto de colaborador individual a un puesto de liderazgo, hay algunas cosas que puedes hacer para prepararte.
Deja espacio para convertirte en líder abandonando esos hábitos de colaborador individual que te han servido bien pero que ahora necesitas sustituir. Cambie su forma de pensar y actúe como si fuera el ejecutor del trabajo. Liderar requiere que usted haga que otros realicen el trabajo y que usted gestione los resultados. Esto es cierto incluso si adopta un papel de "jugador-entrenador".
Tendrá que comunicarse mucho más en diversos entornos. Un líder pasa hasta 80% de su tiempo comunicándose, desde la presentación de su visión o sus logros a grupos de partes interesadas hasta reuniones individuales para establecer expectativas y evaluar el rendimiento.
La gente depende de ti, y querrás estar en buena forma mental y física para soportar la presión y los focos. Ayuda a desarrollar la autoconciencia y la inteligencia emocional y, en general, a cuidar de uno mismo. Tu equipo y tus compañeros esperarán que seas un ejemplo en aspectos como el equilibrio entre trabajo y vida privada, la autorregulación y las expectativas que te marcas.
Una reflexión final
En general, una mentalidad de liderazgo se caracteriza por un fuerte sentido del propósito, un compromiso con el crecimiento y el desarrollo personal y la voluntad de predicar con el ejemplo. El arte del liderazgo queda patente al ver los datos de una encuesta que dicen que el 69% de los directivos se sienten incómodos comunicándose con sus empleados. El comportamiento y las habilidades de liderazgo son escasos y su equipo los valora. Un coach de TaskHuman puede ayudarte a centrarte en los próximos pasos específicos para ayudarte a construirlas. Acércate y concierta una sesión 1:1 para hablar de ello.
He aquí algunas preguntas que puede plantearse para prepararse:
- ¿Qué hacen los líderes más eficaces de mi organización para demostrar de forma observable su mentalidad de liderazgo?
- ¿Cómo puedo mejorar mi capacidad de comunicación?
- ¿Cuál es mi plan de 90 días para mi nuevo papel de líder?
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